martes, 24 de marzo de 2015

Cristo de la Expiración de Órgiva, 2.015.

Una vez más, el Señor de Órgiva salió a la calle a pasearse por sus calles, sin importarle el frío, la lluvia ni el granizo.
Para los que nunca tuvieron la suerte de asistir a este evento tengo que resaltar una cuestión, aparte de la pólvora y la devoción de los hueveros, está la puntualidad más absoluta para salir a la calle.
El Señor se puso su chubasquero, y a las seis de la tarde estaba en la puerta.
En la calle Estación se lo quitó, ya que el cielo se había despejado del todo y prosiguió su solemne procesión hasta casi las tres de la madrugada, acompañado de la pirotecnia correspondiente y el cariño de todos los corazones de Órgiva, de los que estaban alli, y de los que no estaban.

Os dejo por aquí algunos documentos gráficos, grabados por mi, que quizá expresan mejor el sentimiento y el significado de esta fiesta.

La salida




En las casillas nuevas






Llegando a la Ermita






En la plaza del Barrio Alto






La encerrá





Y por último, ya dentro de la Iglesia